sábado, 19 de mayo de 2012

El curanto

Curanto
Es quizás la preparación que se realiza con mayor esmero, pues es el plato que más caracteriza a esta isla austral. Todo el que habla de Chiloé lo relaciona inmediatamente con el curanto.
Para saborear un excelente "curanto" se deben seguir los siguientes pasos:
Se hace un hoyo en la tierra de más o menos medio metro. Para cubrir ese hoyo se colocan piedras grandes, sobre las que se hace una buena fogata para que las piedras calienten hasta ponerse rojas, además se ponen hojas que son generalmente de pangue.
Luego se retiran los tizones y aunque queden algunas hojas se les rocían los sacos de mariscos (cholgas, almejas, choritos, picorocos).
Luego en fuentes grandes se ponen las carnes, longanizas, pollo, chancho ahumado y chorizos, todo esto, previamente aliñado, debe quedar cerca de las piedras para lograr mejor cocimiento.
Se tapa todo con hojas de pangue o coles y además sacos paperos mojados, dejando todo sumamente cubierto, empleándose para esto champas (pedazos de tierra con pasto) y el pasto debe quedar hacia abajo, dejándose cocer al vapor aproximadamente por espacio de una hora.
Este curanto al servir va acompañado de un pebre que consiste en: sal, agua, cebollín, ají de color, cilantro, perejil y otros.
En síntesis podemos deducir que los mariscos y pescados constituyen parte importante en la gastronomía de Chiloé, justamente la riqueza que posee Chiloé en su mar, es lo que permite tener esta variedad de platos.

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